jueves, 28 de abril de 2022

Clasificación de los desórdenes de ansiedad

 

Clasificación de los desórdenes de ansiedad

(Resumen de las ideas del Libro Intervención Psicológica de Dionisio Zaldívar)


 

En el argot popular es común hablar de ansiedad como un desorden en general, sin embargo, la ansiedad se presenta en una diversidad de expresiones que se podrían resumir en una perfectible clasificación:

 ‑ Desorden de Pánico.

‑ Fobias.

‑ Desorden obsesivo‑compulsivo.

‑ Desorden de estrés post‑traumático.

‑ Desorden de ansiedad generalizada.

‑ Desorden de ansiedad debido a condición médica general.

‑ Desorden de ansiedad inducido por sustancias.

 Desorden de Pánico

Es un trastorno que aparece de manera repentina e inexplicable, y se acompaña de síntomas tales como: sensación de ahogo, palpitaciones, sudores y temblores intensos, náuseas, aprensión, sensación de terror (pánico), despersonalización y desrealización, sensación de estar en un mundo no real y fuera de su cuerpo, temor de perder el control y de perder la razón.

En el ataque de pánico su ocurrencia es frecuente, semanalmente y a veces en intervalos de tiempo más reducidos, su presencia suele estar asociada a situaciones es­pecíficas que pueden actuar como disparadores de este y que los individuos refieren como señales del ataque de pánico.

 Fobias

La fobia es un temor disruptivo, acompañado o mediado por comportamientos de evitación, los cuales resultan desproporcionados en relación con la situación u objeto que la provoca y el posible daño que los mismos pudieran causar.

La fobia por lo general implica un cierto malestar subjetivo que en alguna forma actúa como impedimento para la ejecución de actividades sociales y laborales, en los sujetos, debido a la ansiedad que se genera.

Fobia Específica

La fobia específica, se presenta como un trastorno con predominio de temores infundados provocados por la presencia o anticipación de una situación u objeto específico tales como: espacios abiertos o cerrados, viajar en avión, presencia de sangre, etc.

Agarofobia

El temor y evitación de los espacios abiertos constituye la forma principal de manifestación de este trastorno.

Fobia Social

Este tipo de trastorno se manifiesta como un persistente e irracional temor relacionado con la presencia de otras personas. El sujeto que lo padece, por lo general, trata de evitar aquellas situaciones en las que se expone a la evaluación de los demás (hablar en público, realizar cualquier actividad en público: comer, usar lavatorio, bailar, etc.), presentando síntomas de ansiedad.

Desorden Obsesivo‑Compulsivo

El trastorno obsesivo‑compulsivo, es un desorden de ansiedad que se expresa a través de persistentes e incontrolables pensa­mientos que inundan la mente del sujeto, o bien el mismo se ve impulsado a realizar, de manera repetitiva, determinados actos lo que le crea un gran estrés e interfiere con la realización de diversas actividades de su vida cotidianas.

En cuanto al componente obsesivo, resultan frecuentes: dudas, pensamientos, impulsos diversos, temores e imágenes que inundan al sujeto y no se apartan de su mente.

En el componente compulsivo, existe un predominio de actos y rituales vinculados con: limpieza, conteo, orden, etc. que en alguna forma actúan como mecanismo que alivian la ansiedad.

Desorden de Estrés Post‑Traumático

Se manifiesta como una fuerte respuesta a un severo estímulo estresor, produciéndose en el sujeto una gran ansiedad y respuesta de evitación ante estímulos en alguna forma asociados al evento estresor, además de numerosas respuestas emocionales.

En este tipo de desorden, lo fundamental lo constituye el evento estresor, no las características del sujeto.

Los síntomas del estrés postraumático han sido agrupados en tres categorías principales; para el diagnóstico de este se requiere la presencia de los síntomas, en cada categoría, por un espacio de tiempo de un mes o más. Estas categorías sintomatológicas son:

1.‑ Reexperimentar el evento traumático. Persiste en el sujeto, el recuerdo del objeto o situación traumática; puede suceder, y es bastante común, el que ante estímulos que recuerden al objeto traumático, el sujeto reaccione con gran ansiedad y diversas e intensas respuestas emocionales.

2.‑ Evitación de estímulos asociados con el evento traumático. El sujeto trata por todos los medios de evitar encontrarse o pensar en la situación traumática, o con cualquier cosa que pueda recordarle la misma. Algunos sujetos refieren cierta apatía e indiferencia para el contacto con las demás personas e incluso dificultades para la expresión de sentimientos positivos.

3.‑Síntomas de incremento de la activación. Se produce un incremento de la activación emocional y el sujeto comienza a presentar dificultades para concentrarse, hipervigilancia y trastornos del sueño.

Desorden de Ansiedad Generalizada.

Los sujetos que presentan ansiedad generalizada, se encuen­tran por lo general muy ansiosos; la ansiedad se presenta en los mismos de manera crónica, acompañada por diversos síntomas somá­ticos: diarreas, sudoración, resequedad en los labios, tensiones musculares e inhabilidad para relajarse, etc.

La persona que padece de ansiedad generalizada es una persona aprensiva, que está imaginando constantes desastres, temiendo ataques al corazón, pérdida del control y presentándose además como un sujeto impaciente, irritable con trastornos del dormir y distractibilidad.

Desorden de ansiedad debido a condición médica general

Es una preocupación de que los síntomas físicos son signos de una enfermedad grave, incluso cuando no exista ninguna evidencia médica para respaldar la presencia de un padecimiento de salud.

Las personas con el trastorno de ansiedad por enfermedad están demasiado concentradas y siempre pensando en su salud física. Tienen un miedo irreal de tener o desarrollar una enfermedad grave.

sábado, 9 de abril de 2022

Trastornos de ansiedad

Desórdenes de ansiedad

(Resumen de las ideas de Dionisio Zaldívar (2007) sobre la intervención psicológica)


Los desórdenes de ansiedad son emociones que se expresan a través de una vivencia o sentimiento de temor, aprensión y desamparo. La ansiedad se presenta debido a la percepción de una situación conflictiva que resulta amenazante para el individuo, y que este percibe que sobrepasa sus posibilidades de respuesta o afrontamiento a la misma (Zaldívar, 2007).

La ansiedad se expresa a nivel cognitivo, fisiológico y motor o conductual.

a) En el nivel cognitivo, esta se expresa como: preocupaciones, desmoralización, aprensión, pensamientos intrusivos, dificultades de atención y concentración y otros.

b) En el nivel fisiológico se produce una alta activación del sistema nervioso autónomo, que conlleva una serie de cambios tales como taquicardia, mareos, tensión en el estómago, sudoración, dificultades respiratorias y otras.

c) En el nivel motor, se producen conductas de evitación y escape, inquietud motora, conductas impulsivas y compulsivas, inhibiciones motrices y otras.

Se plantean cuatro aspectos que diferencian la ansiedad normal de la patológica:

1.‑ Intensidad, frecuencia y duración de la ansiedad.

2.‑ Proporción entre la gravedad objetiva de la situación y la intensidad de la respuesta de ansiedad.

3.‑ Grado de sufrimiento subjetivo determinado por la ansiedad.

4.‑ Grado de interferencia en la vida cotidiana del sujeto (funcionamiento laboral, ocio, relaciones sociales y otras).

La presencia de ansiedad actúa como un mecanismo de aviso o alarma que indica a la persona su vulnerabilidad

Para Freud en el psicoanálisis, la ansiedad es una reacción de alarma cuya primera causa se localizaba en la respuesta del niño ante la ausencia de la presencia materna (ansiedad de separación) y posteriormente ante la irrupción de los instintos (agresivos y eróticos). A lo largo de su vida, situaciones que en alguna medida recuerden estas situaciones vitales básicas, provocarán en el sujeto la aparición de la ansiedad.

En el existencialismo también se trató el tema de la ansiedad y era vista como una respuesta de la persona ante un dilema existencial. Es así que, para la Logoterapia, la ansiedad es una consecuencia de la pérdida de sentido, lo cual creaba un vacío existencial.

Los enfoques conductuales explican la ansiedad a partir de las leyes del condicionamiento, mientras que los modelos cognitivistas dan prioridad al estudio de las cogniciones: ideas, expectativas, valoraciones y pensamientos disfuncionales (irracionales o automáticos), entre otros. Albert Ellis enfatiza como las creencias irracionales constituyen generadores de problemas y trastornos emocionales como la ansiedad.

Para Bandura (1977), la autoeficacia es el grado de habilidad que un individuo percibe en sí para el manejo competente de un determinado problema o situación. Las transacciones de un sujeto con su ambiente están determinadas por su valoración de autoeficacia; la persona que se siente incapaz de enfrentar una situación ya que estima esta excede sus capacidades o habilidades de afrontamiento, tiende a evitar la misma o a sentirse ansioso.

Beck (1967), apoyado en el modelo cognitivista explica las causas de la ansiedad no por el suceso en sí mismo, sino la interpretación que el sujeto hace de éste, pues determina que la interpretación del evento provoca la ansiedad como emoción negativa. Para Beck, la persona interpreta la situación como amenazante, generando una compleja constelación de cambios cognitivos, emocionales, fisiológicos y conductuales. Beck no solo considera la ansiedad en sus aspectos negativos, plantea que a veces la ansiedad cumple una función útil, cuando aparece en aquellas situaciones en que la amenaza puede servir para motivar la búsqueda y la acción hacia una solución efectiva. La ansiedad resulta nociva cuando no promueve la búsqueda de soluciones productivas o cuando causa importantes limitaciones en las actividades y vida de los sujetos.

lunes, 4 de abril de 2022

Psicoterapia

 Psicoterapia en el siglo 21.

(Una síntesis a las ideas de Dionisio Zaldívar, 1995)



En el ejercicio profesional del psicólogo con sus "pacientes", los profesionales de la psicología se enfrentan a la compleja situación de elegir un modelo de intervención que contribuya a resolver las demandas y motivo de consulta del paciente que acude a una atención de salud mental.

La elección del enfoque terapéutico del profesional está condicionada por la formación teórica metodológica del terapeuta. La intervención a la problemática está condicionada a la experiencia del enfoque elegido preferentemente en el ejercicio profesional.

Una teoría psicológica no es capaz de satisfacer las demandas de atención del sujeto que sufre una alteración emocional. Frente a la diversidad de trastornos psicopatológicos que el terapeuta ha de enfrentar, se nos obliga a integrar en la práctica diversidad de métodos, pues el trastorno psicológico se expresa en diversos niveles del funcionamiento del individuo.

Los planteamientos anteriores nos enfrentan a un problema práctico y es que no siempre se cuenta con las condiciones apropiadas para poder hacer un abordaje con el modelo que proponemos. La complejidad del comportamiento humano manifiesta problemas que no tienen una causa única, salvo el desencadenante de la alteración psicológica, sin embargo, por lo general durante la intervención psicológica se vincula esta causa con otras que van apareciendo en el desarrollo dinámico del proceso terapéutico, lo cual particulariza más la necesidad del paciente.

En psicoterapia no existen verdades últimas, pues las configuraciones psicológicas son diversas, únicas e irrepetibles. Es necesario mantener mente abierta en el ejercicio psicoterapéutico, pues "la técnica que no ha sido objeto de la reflexión y elaboración personal del terapeuta, que no está soportada en ciertas actitudes terapéuticas, por lo general tiene pobres alcances terapéuticos y en poco contribuye a la necesaria consciencia terapéutica, eje central de cualquier intervención reestructuradora" (Zaldívar, 1995).

La sociedad nos obliga a ser feliz

La sociedad actual nos obliga a ser felices en todo momento, nos crea una presión a menudo irreal para mantener una fachada de felicidad con...